Estudia primero el cuerpo y ofrece garantías al cliente de que no existirá rechazo.
Hay que ver el tipo de ceja, el tamaño, forma del frontal y cuenca del ojo para ver como va a quedar la joya y evitar que las bolas hagan presión en la parte superior e inferior de la ceja en el caso de piercing vertical.
También hay que tener en cuenta cuando marcamos los puntos guía de perforación, hay que comprobar el estrés o tensión que hay en la zona. Para ello, marcamos con un calibre 8 mm y pedimos que gesticule y mueva la cara, si vemos que la medida varía 1-2 mm nos indica que existe mucha tensión y que puede haber rechazo. En el caso de 0,5-1 mm habrá menos posibilidades de encontrar problemas y rechazo.