Estirarse las orejas no es excesivamente complicado. Vamos a repasar los seis pasos que debes seguir para asegurarte de que lo haces correctamente.
1. Asegúrate de que tu piercing está completamente curado antes de proceder al estiramiento.
Cuando te hagas el piercing, es importante que te asegures de que está completamente curado antes de intentar ningún estiramiento. Espera al menos ocho semanas, y asegúrate de cuidar bien el piercing para reducir el riesgo de infección. Consulta a tu perforador si no estás seguro de cómo hacerlo.
2. Utiliza una solución salina.
Una solución salina, que puedes comprar en la mayoría de las farmacias, también puede ayudar a aliviar el dolor después de estirarte las orejas. Utiliza aerosoles o espumas con moderación y sólo una o dos veces al día. Si notas algún efecto secundario, como un aumento del dolor, deja de usarlos.
3. Ten cuidado con los métodos de estiramiento que utilizas.
Existen varias formas diferentes de estirar las orejas, como el vendaje, las cintas y los calibres. Los distintos métodos pueden ser útiles para distintas personas, pero siempre es mejor consultar con tu perforador antes de intentar nada. El pegado puede ser complicado y debe hacerse con cuidado. También puedes comprar cintas y calibres especiales en una tienda de piercings o en una tienda online.
4. Dale un respiro a tus orejas.
Tratar de estirar demasiado rápido puede dañar tus orejas e incluso provocar una infección. Las bacterias pueden penetrar más fácilmente en los cortes y desgarros del lóbulo de la oreja. Si sientes algún dolor o molestia, es mejor que te tomes un descanso y dejes que se cure el piercing.
5. Utiliza hielo para reducir la inflamación y el dolor.
El hielo puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor. Utiliza una compresa de hielo o pon hielo picado en una bolsa de plástico. Cúbrela con una toalla y colócala en el lóbulo de la oreja durante 15 o 20 minutos cada hora o según desees. Aplica calor al lóbulo de la oreja después.
6. No tengas miedo de reducir el tamaño de tu expansor de orejas.
Si te sangran las orejas o se te infectan, quítate los expansores y ponte otros más pequeños. Dale tiempo a tu oído para que se cure completamente. Sumerge las orejas en una solución salina caliente dos veces al día y masajea con aceites. Espera un poco antes de volver a estirarte.
7. Empieza con tamaños más pequeños.
Siempre es mejor empezar con tamaños más pequeños y tomarse su tiempo al estirarse. Si eres principiante, empieza con un calibre 16 y ve aumentando poco a poco el tamaño hasta que consigas el efecto deseado. Asegúrate de limpiar los expansores y de lubricarlos al estirarlos.
8. Considera otras estrategias.
Si el dolor del estiramiento es demasiado, puedes considerar otras estrategias como la cinta adhesiva o la cinta quirúrgica. También puedes plantearte combinar los dos métodos -grabado y estiramiento- o probar un expansor de menor tamaño.
Conclusión
El estiramiento de las orejas puede llevar tiempo y cuidado. Tómatelo con calma y pide ayuda a tu perforador si tienes algún problema. Con la técnica adecuada y paciencia, puedes crear con seguridad un expansor de orejas personalizado que sea adecuado para ti.