Las perforaciones corporales se han hecho cada vez más populares en los últimos años. A medida que aumenta el número de personas que se perforan las orejas, se estiran los labios y se alteran otras partes, se han ido conociendo los peligros de esta práctica.
Aunque algunas heridas se curan bien y no se producen infecciones, otras pueden infectarse y/o desarrollar abscesos. Algunas de las complicaciones más comunes de la perforación corporal son las infecciones, las reacciones alérgicas y los pinchazos con agujas.
Si estás pensando en hacerte un piercing, asegúrate de investigar todos los riesgos que conlleva para poder tomar una decisión informada.
¿Qué piercing no son recomendables?
Hay muchos tipos diferentes de piercings disponibles para hombres y mujeres, y puede ser un poco abrumador decidir cuál es el mejor para usted. Uno de los tipos más comunes de modificación corporal es el anillo lingual, y suele ser una opción segura y común para la mayoría de las personas.
Sin embargo, hay algunos tipos de piercings que no se recomiendan a nadie, independientemente de su edad o estado de salud general. Entre ellos se encuentran los piercings en la nariz (como los aros nasales o las inserciones de calibre 11), los piercings en el ombligo y los piercings en las cejas (que suelen realizarse en adolescentes y veinteañeros).
Además, algunas personas son propensas a desarrollar infecciones u otras complicaciones después de hacerse este tipo de piercings, en particular, las barras linguales y las agujas con hilo pueden provocar lesiones infecciosas u otras complicaciones.
Por eso, si estás pensando en hacerte alguno de estos tipos de piercings, es importante que investigues bien y hables con un profesional antes de dar el paso.
¿Cuáles son los piercing más peligrosos?
Hay una gran variedad de tipos de piercings que pueden modificar el aspecto y la sensación de tu cuerpo. Algunos de los tipos de piercings más populares son los de labios, cejas, nariz y cuerpo.
Sin embargo, a pesar de su popularidad, estos tipos de piercings pueden conllevar riesgos mayores de lo que se piensa.
Por ejemplo, los piercings en los labios se han relacionado con daños en los nervios y con el deterioro del habla, el movimiento y la visión.
Además, los piercings corporales pueden aumentar las posibilidades de infección o de fallo de órganos vitales.
Por eso, si estás pensando en hacerte un nuevo piercing, es importante que conozcas los riesgos generales, así como los posibles beneficios de los distintos tipos de piercings.
¿Cuál es el piercing menos peligroso?
Hay diferentes tipos de piercings que pueden realizarse de forma segura, dependiendo del tipo de joya que se utilice y de la ubicación exacta del piercing.
Mientras que algunos piercings, como los de la nariz o el lóbulo de la oreja, pueden ser relativamente menores y no requerir precauciones especiales, otros piercings corporales pueden suponer un riesgo importante de infección u otras complicaciones para la salud.
Por ejemplo, algunas personas optan por hacerse piercings permanentes en los labios o la lengua, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar alergias alimentarias u otras afecciones.
Por otro lado, algunas personas optan por hacerse piercings en zonas donde ya hay tejido cicatricial, lo que puede provocar más lesiones o infecciones. Los piercings más seguros suelen estar en zonas no sensibles, como la parte posterior de la rodilla o la parte superior del pie, por lo que es esencial que los jóvenes y las personas con problemas de salud especiales analicen los riesgos y beneficios del piercing que han elegido con un profesional antes de tomar cualquier decisión.