Los piercings son perforaciones extremadamente comunes en la actualidad. Estos piercing pueden colocarse en distintas partes del cuerpo. Una de las partes más populares para la colocación de piercings es la oreja. Por ello, es comprensible que haya personas que quieren un piercing tragus. Sin embargo, existen razones importantes para no realizarse esa perforación.
¿Qué es un piercing tragus?
El piercing tragus puede realizarse en una zona específica de la oreja. La perforación se realiza en el cartílago pequeño ovalado que está ubicado en la parte exterior de la oreja. Este estilo que actualmente está de moda se presentó como una variación de las perforaciones convencionales.
Existen tipos distintos de piercings tragus. Sin embargo, es importante destacar que todas estas perforaciones representan riesgos importantes para la salud. Por esa razón, es entendible que muchos individuos no recomienden este tipo de piercing en esa zona de la oreja.
5 Razones para no realizarse un piercing tragus
Un piercing tragus puede no ser la mejor opción para experimentar este tipo de perforaciones estéticas. Eso se debe a todas las implicaciones negativas que supone el lucir este tipo de piercing. Los efectos negativos de la perforación involucran el gran dolor, la difícil cicatrización y las amplias posibilidades de adquirir infecciones.
De hecho, un piercing realizado en esa zona de la oreja presenta un mayor porcentaje de riesgos. Al tomar en consideración los riesgos de este piercing, las personas estarán capacitadas para tomar una decisión al respecto. Sin duda, es esencial que todos los individuos antepongan el cuidado de su salud a la estética.
Difícil cicatrización
La oreja es una zona realmente delicada. Por esa razón, es entendible que la cicatrización de la perforación realizada en ese lugar sea complicada. El cartílago requiere de un tiempo más largo de recuperación que otras partes del cuerpo. De hecho, la cicatrización parcial puede tomar 4 meses o 6 meses.
La cicatrización total que le otorga a la persona la curación completa puede tomar 8 meses o hasta 1 año. Durante ese tiempo de cicatrización, las precauciones que tienen que tomarse son de gran esencialidad. Debido al largo tiempo de cicatrización y recuperación, muchas personas se abstienen de lucir un piercing de este tipo.
Requerimiento de cuidado riguroso
La lenta cicatrización del piercing tiene incidencia directa en la rigurosidad de los cuidados que deben seguirse. El área externa y el área interna de la perforación corren riesgos de presentar formaciones de suciedad. Esa suciedad debe ser eliminada cuidadosamente y la costra que queda tiene que tratarse.
El piercing tiene que ser desinfectado para evitar complicaciones. El cabello que roza la zona puede convertirse en un problema para la evasión de contaminación. Las recomendaciones indican que la zona debe lavarse dos veces diariamente. El lavado se realiza usando jabón neutro o solución salina, agua tibia y gasa.
Un buen número de personas considera que vigilar cuidadosamente la perforación resulta tedioso. Por ello, hay quienes deciden no hacerse este tipo de piercing.
Propenso a infecciones
La sensibilidad de la zona incide en que existan más probabilidades de sufrir infecciones. La higiene diaria es fundamental para evitar la influencia negativa de agentes externos. Los piercings tragus se infectan con mayor facilidad que las perforaciones hechas en otras zonas de la oreja.
La transmisión de hepatitis es uno de los riesgos más comentados de este tipo de perforación. El cuidado posterior a la realización del piercing es esencial para prevenir infecciones. Sin embargo, también es esencial seleccionar de forma cuidadosa el establecimiento y el profesional que hará el piercing. De esa forma, se disminuyen un poco los riesgos.
Niveles altos de dolor
El piercing tragus duele de forma considerable. La sensibilidad que tiene cada persona influye en el dolor que sentirá durante el procedimiento. De igual forma, las habilidades del perforador influyen en el nivel de dolor experimentado por el piercing. En el caso de las personas que poseen un cartílago grueso, el dolor es mayor.
Durante la perforación, los individuos pueden escuchar un chasquido y existe la probabilidad de que sangren. El temor válido de las personas que se quieren someter a este proceso es que la perforación sobrepase el trago.